28/7/08


“Contemplando la inmensidad del océano,
obra de las manos de Dios,

me viene cada vez más deseos

de amar a mi Jesús

con todo mi alma y corazón”.

C. 133.

18/7/08



“Con la velocidad del tren

que en un momento nos traslada de un lugar a otro,

así debemos hacer nosotros también en el corazón,

nos hemos de trasladar con el espíritu

de las cosas de la tierra a las del cielo;

hemos de ofrecer al Señor

constantemente nuestro corazón

y hacer que arda en el fuego de su Amor”.

C. 5

13/7/08


“Servir y amar a Jesús.

Desde cualquier punto que os encontréis

dirigid vuestros pensamientos a El

y El,

por medio de Maria,

encenderá vuestro corazón en su Amor,

aunque sea muy miserable”.

C. 311

4/7/08




“Los campos, el aire,

los prados, las flores

y hasta las piedras

me dicen lo mismo:

que es justo, que es honroso,

que es preciso amar a Jesús,

servirle con todas nuestras fuerzas

y entregarle cada día nuestro corazón,

con más fervor ,

para que lo purifique

y lo llene de su amor”.

C. 209