18/7/08



“Con la velocidad del tren

que en un momento nos traslada de un lugar a otro,

así debemos hacer nosotros también en el corazón,

nos hemos de trasladar con el espíritu

de las cosas de la tierra a las del cielo;

hemos de ofrecer al Señor

constantemente nuestro corazón

y hacer que arda en el fuego de su Amor”.

C. 5

No hay comentarios: