
“Jesús ha nacido pobre y humilde en el portal de Belén;
tal noticia los Ángeles dieron felices a los pastores,
que llenos de alegría
corrieron a adorar al recién nacido.
¡Qué lecciones tan sublimes!
Contempladle y escuchadle dentro de vuestros corazones
y veréis qué lecciones
os da Este admirable y Divino Niño.
Su mirada traspasa el corazón,
su silencio habla al espíritu,
su pobreza nos enseña qué es el amor.
Todo infunde santa alegría.
(c. 12)